Derrotado por la situación económica, debilitado por una morosidad del 44% en el pago de las cuotas de los alumnos (y que se mantuvo a través de los últimos años), el colegio León XIII de San José decidió cerrar el nivel secundario. No dejará alumnos sin educación pero ya no inscribirá a nuevos aspirantes para el 1º año del ciclo lectivo 2022. La institución pertenece a la congregación de las Hermanas Pobres Bonaerenses de San José.
En carta a los padres, la madre Sandra González, representante legal del colegio, explica las razones que llevaron a tomar la drástica determinación. Entre ellas, en primer lugar, se ubica el hecho de “no contar con el aporte del Estado más que para 1º, 2º y 3º año del ciclo básico de nivel secundario. En segundo lugar, la altísima morosidad (44%) en el pago de las cuotas desde hace ya varios años en todos los niveles de la institución”, y en tercer lugar “la baja matrícula que hemos estado registrando en el nivel”. Todo ello -dice- “nos ha puesto en la situación de no poder cumplir con las obligaciones salariales del personal de la institución, con las obligaciones tributarias, con el mantenimiento edilicio y con las necesidades del servicio educativo”.
“Vamos a garantizar la continuidad pedagógica de los alumnos de nuestro colegio hasta su egreso en 6º año. De modo que aún nos quedan algunos años por delante con nuestro nivel secundario”, aclara la religiosa. Sin embargo, reconoce que la Congregación de las Hermanas Pobres Bonaerenses de San José ha hecho un “estudio profundo de la situación”, ha “analizado todas las alternativas que estaban a disposición” y ha llevado “acciones para tratar de superar los problemas, sin haber tenido éxito en tales gestiones”. El resultado es la decisión de cerrar progresivamente el nivel secundario.
No obstante, aclara que la misión apostólica va a continuar “con más fuerza que nunca en los niveles inicial y primario”. También convocó a una reunión de padres para el miércoles a las 15, y, para los padres que no pudieran concurrir, se repetirá el informe a las 20. Mientras tanto los padres de los alumnos, por su lado, ya están organizando un abrazo simbólico para hoy a las 10, en la sede del colegio Entre Ríos 367.
“Es muy triste está situación, es un colegio que atiende a un sector de trabajadores y sería imprescindible la participación del Estado a partir de una revisión de la política de aportes”, advierte el secretario general de Sadop, Bernardo Beltrán, al enterarse de la decisión de las hermanas. “Sabemos que hay instituciones que están atravesando situaciones difíciles y que en todos los casos la variable de ajuste son las condiciones laborales de los docentes. Pero nuestro reclamo sigue siendo que el Ministerio de Educación constituya un ámbito de seguimiento de la realidad de las instituciones educativas privadas y desarrolle políticas que eviten llegar a este punto en que está el León XIII”, agrega.